UC - Críticas
| País: USA. Año: 2014. Duración: 105 min. Género: Comedia dramática.
Dirección: Isabel Coixet. Guion: Sarah Kernochan. Producción: Daniel Hammond y Dana Friedman. Música: Dhani Harrison y Paul Hicks. Fotografía: Manel Ruiz. Distribuidora: A Contracorriente Films.
Estreno en España: 3 Julio 2015. No recomendada para menores de 12 años.
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Interpretación: Patricia Clarkson (Wendy), Ben Kingsley (Darwan), Grace Gummer (Tasha), Jake Weber (Ted). |
(RE)CONDUCIR TU VIDA
'Aprendiendo a Conducir' es una agradable y simpática comedia de Isabel Coixet, sí, la directora que habitualmente basa su éxito en la exacerbación de la tristeza más hipster y que en su última incursión tras las cámaras nos regaló aquella obra tan desesperante como pedante que era 'Ayer no termina nunca' (2013). Por suerte, esta obra de encargo, no se parece ni temática ni estilísticamente a su obra anterior, lo cual muchos agradecemos, y pese a las reticencias iniciales, nos demuestra que es también capaz de filmar cosas más agradables y menos intensas.
SINOPSIS: Wendy es una escritora de Manhattan que decide sacarse el carnet de conducir mientras su matrimonio se disuelve. Para ello toma clases con Darwan, un refugiado político que se gana la vida como taxista e instructor en una autoescuela.
'Aprendiendo a Conducir' es una de esas películas que funciona y conecta con el público desde el principio, gracias a un guión de Sarah Kernochan bien escrito y dialogado, y también al carisma de sus actores protagonistas, donde sobresale la estupenda interpretación de la actriz norteamericana Patricia Clarkson, en un papel hecho a su medida, no en vano fue la "culpable" inductora de que la directora catalana cambiara de registro y se comprometiera con el proyecto.
La historia es pequeña y sencilla, aunque nos habla desde la epidermis de temas importantes como la tolerancia, la libertad y la emancipación emocional. Muchos verán en ella, también, una reivindicación de la figura femenina utilizando la metáfora de una mujer que aprende a conducir para no depender de un hombre que la lleve con su coche, aunque en realidad, la historia acaba siendo más conservadora de lo que aparenta y sigue los cauces previsibles de una comedia romántica, esta vez, sin romance. Uno de esos films de agradable digestión, agradecidos por su tono benevolente, pero que también son fácilmente olvidables.
